Suenan los anuncios de partida...
"Pasajeros del tren 3225 con destino a ...."
- Disculpe me puede decir su hora
- Claro señorita son las 9:30 de esta nublada mañana; le contesté al mismo tiempo que desacomodaba y volvia a acomodar la manga del abrigo gris que traia esa mañana, regalo de navidad de tiempos pasados.
- Y disculpe esta libre la banca?
- Yo volteé a los lados y le dije "por supuesto tome asiento", me quite el sombrero haciendole la indicacion de que se sentara donde quisiera, la banca de mas de dos metros se extendia cual larga mientras todos aquellos pasajeros con sus prisas no se detenian ni un instante para descansar siquiera, era lunes, y ella me dijo:
- Por favor no se descubra la cabeza podría enfermar.
- Tras inclinar un poco la cabeza, mi sombrero de fieltro regreso a mi cabeza.
Aquella joven vestía un peculiar vestido negro liso con una gabardina entreabierta y botas de cuero de charol, pero lo que mas me llamó la atención fue la mirada que sostenía hacia el infinito y yo nunca he sido de aquellas personas que caminan por la vida sin fijarse en los pequeños grandes detalles...
Yo había llegado a aquella banca puntualmente a las 7:00 de la mañana como religiosamente lo vengo haciendo desde hace un par de meses, solo, para estudiar a la gente que va y viene, tratando de descubrir los mas profundos secretos que traen a esa hora.
Preocupaciones por llegar a tiempo.... ¡Bah! lo mas común... pero que tenemos por acá alguien olvidó sus llaves en casa...mmm esto se pone interesante, detiene su marcha y empieza a revisar todo lo que hizo desde que se levantó, no "algo esta mal" seguramente piensa "las deje en el bar", Je,Je ahora viene el auto regaño, 3,2,1... JAJA, mi objeto de estudio se golpea la frente y es entonces cuando aparece Jekill y Hide, alternándose uno a uno diciendo - Pero que estupido - y el otro diciendo cómo disculpandose, que esta es la ultima vez... De pronto aquella joven se me acercó.
Aquella chica tenía un acento peculiar que nunca antes había escuchado en la ciudad, y mientras seguía viendo a la gente ya con menos prisa mi mente volaba a descubrir el origen de ese acento, pero bueno no iba a resolver ese problema sin antes hacerle conversación...
- ¿Espera a alguien cercano verdad?
- Si espero a una amiga que llega en el tren de las 9:45
- Pues que hasta donde yo se ese tren siempre llega a tiempo.
Ella mostró una amplia sonrisa y se volteo muy consternada y repuso - Pero como lo supo?
Saqué una de mis tarjetas y se la mostré... y la vio con lo ojos bien abiertos
MD.Ph. Fell
Psiquiatra forense
Bueno eso no explica las cosas, sus piernas no han dejado de moverse desde que se sentó y no creo que sea solo por el frió además, el tren que usted espera llega por aquel lado (señalando el lado izquierdo) y no allá al fondo dije sonriendo...
Ella cambió su mirada para donde le dije y comenzó a relatarme que era una amiga que acababa de conocer pero que la quería mucho y ahora por fin la volvía a ver; que yo sepa ese tren casi no trae pasajeros.... Y como se llama su amiga?
- Se llama Aku.
Mira ese nombre si que no lo había escuchado....
Ella solo sonrío agachando la cabeza y volteo a ver la llegada del tren
Aunque hacia frió todavía ella no quizo levantarse hasta verla salir de pronto..., entre el vapor de los motores encendidos, camina una joven de piel muy blanca con un vestido muy elegante de corte victoriano, la tela parecía satín y traía una rosa negra en una de sus delgadas y blancas manos, misma que llevaba al frente de ella, su cabello estaba cortado en capas....
Algo en mi pecho comenzó a encenderse y la joven que estaba junto a mi se despidió rápidamente y corrió junto a Aku.
Aku me vió ahí sentado y sonriendo le murmuro algo al oído de la joven que se había sentado junto a mi, al mismo tiempo me hizo recordar un fragmento de aquel viejo poema que si no mal recuerdo dice:
La joven mas hermosa que se pueda encontrar en el mas afortunado día de invierno....
miércoles, 27 de agosto de 2008
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